Alabanzas a la Sangre de Cristo

Jesús, autor de nuestra salvación,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que diste tu Sangre en precio de nuestro rescate,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, cuya Sangre nos reconcilia con Dios,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que con tu Sangre nos purificas a todos,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que con tu Sangre limpias nuestras culpas,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, por cuya Sangre todos hemos sido curados,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, por cuya Sangre tenemos acceso a Dios,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que nos das tu Espíritu cuando bebemos tu Sangre,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, con cuya Sangre pregustamos las delicias del Cielo,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que con tu Sangre nos fortaleces en nuestra debilidad,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que nos das tu Sangre en la Eucaristía,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, cuya Sangre es prenda del banquete eterno,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, que nos vistes con tu Sangre como traje del Reino,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!

Jesús, cuya Sangre proclama nuestro valor ante Dios,
¡bendita sea tu preciosísima Sangre!


Oración:
Jesucristo, Salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor.
Purificado de nuestros pecados en el baño de esa Sangre sagrada, espero alcanzar por ella la gracia de las gracias: nuestra salvación eterna. Así sea.